jueves, 19 de marzo de 2009

Érase una vez...

...después de andar y andar, siguiendo siempre el camino marcado, sorteando piedras y agujeros; decidió que era el momento de cambiar el rumbo. Harta de lobos disfrazados de abuelita, de brujas con dulces en las manos, reinas con venenos mortales y falsas sonrisas, duendecillos malcriados que se divertían confundiéndola y gastándole las bromas más pesadas; la pequeña princesa dio un saltó y se alejó del camino. Se adentró valiente en el bosque, decidida a no mirar atrás nunca más.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bonito. Siempre me gustaron Caperucita y la casita de chocolate.

Un beso, princesa (sin venenos).