viernes, 18 de enero de 2013

Armstrong

Golpe mortal al ciclismo, se confirma la caida del último gran mito de la manera más sucia y fea. Cualquier hombre sería capaz de hacer trampas por conseguir un pellizquito de gloria, y el que diga que no, miente. Lo que no se puede perdonar es que el tío, sin ningún tipo de pudor, remordimiento o vergüenza, iba paseando su figura por el mundo con una sonrisa en la cara. Riéndose de la gente, encima. Eso es lo imperdonable. Y encima ganando millones de euros.
Armstrong se dopó, y no es casualidad que sea el único ciclista del Tour que era silbado por el público del ciclismo. Sus exhibiciones no eran normales, sprintaba en cualquier terreno con una superioridad aplastante. A Indurain jamás le gritaron nada eso, porque sabían que su esfuerzo era de verdad, honrado. Los que injurian desde el anonimato sois unas caquitas al lado de la leyenda de Miguel, y lo sabéis.
Mi ciclista favorito fue y será El Chava Jiménez, y para mí, él si que es un verdadero mito, no Armstrong.

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