domingo, 9 de septiembre de 2012

Quizá...

...todo fue un sueño, es cierto, o sólo fue el desconocimiento, de esta mirilla que pinta sentimientos con complejos de gotera, en ocasiones dulce, en ocasiones etérea. Seguramente, la silla que vigiló tu ventana guardó tu huella bajo mi almohada. Y las luces que decoraron tu cama con su silencio me traicionaron.


Pero si yo misma no me entiendo cuando pienso, y cada una de estas emociones pertenecen a un idioma que practico, pero nunca aprendo. Cómo descifrar algo, si yo mismo no me entiendo.

Sólo sé que en silencio te anhelo, convirtiéndome en una extranjera que cada noche busca tu olor casi ajeno. Recorramos despacio cada centímetro de este lenguaje que enhebro. Que a media luz de este cielo forastero, mis manos sean polizones en tu cuerpo, para decirte sin palabras, cuanto te echo de menos.

No hay comentarios: