lunes, 22 de noviembre de 2010

Hablemos de Dios...

Lo primero una aclaración sobre mí: desde pequeña, mis padres me dejaron elegir; nunca impusieron nada en casa en cuanto a lo religioso. Segundo: he leído la Biblia. Creí mucho en Dios, pero ahora creo diferente, ya creo que la iglesia y Dios no van de la mano, partiendo de la base del que el vaticano esté tan lleno oro mientras hay gente que muere de hambre. Aunque más que parezca firme en lo que creo, también digo que dudo.
Ahora mismo Dios para mí es algo que cada vez siento menos y más alejado, aunque estoy en una etapa intermedia donde no sé muy bien cual es mi opinión. Siempre digo que todo lo que sucede, tiene un motivo detrás, que todo está escrito, ya que las casualidades son cosas en las que no he sido capaz de creer.
Por otro lado, tienes a esas "religiones" que en vez de hacerte creer en Dios, te alejan de él, te llenan de mentiras, te roban, te comen la cabeza... Y la peor manera de empezar a creer en algo o en alguien es empezar con una mentira, por tanto, desde siempre, he intentado tomar a Dios como lo que es, sin intermediarios (nunca son buenos), es decir, religiones, que son un bloque de ideas, y es prácticamente imposible aceptar al 100% todas las que un grupo tiene establecidas. Siempre hay matices en los que no se puede estar de acuerdo y el ser humano tiende a deformar el mensaje con el paso del tiempo, como una especie de teléfono estropeado. El libro de Dios es la Biblia. Bien, ¿en la Biblia se menciona a los curas?, ¿se menciona que un sacerdote no se pueda casar?, ¿se menciona que hay que acabar con la vida inocente de una persona por el simple hecho de no creer? y un largo número de etcéteras que no voy a mencionar. Si se lee ese libro, que es de donde parten todas estas religiones, vemos que no se sigue, entonces, ¿cuál es el vínculo con Dios? En la Biblia pone que él nos dio el Planeta Tierra, nos dejó a nuestro libre albedrío, nos regaló todo esto, y lo estamos destrozando, a parte de destrozarnos a nosotros mismos, y eso no es su culpa, sino la nuestra. Por otro lado...creo en la libertad, en el amor en todos sus sentidos, en que la mujer no es menos, en los "placeres terrenales", en el derecho de hablar sin recibir un golpe a cambio...
Es algo muy complejo y mi balanza no se mueve lo necesario. Oigo hablar de la paz y se me caen las lágrimas, pero...al hablar de Dios ya no "siento" como antes... Muchas veces buscamos un motivo que nos demuestre la eternidad en que otro mundo sea posible, seguir vivos. Sería lo ideal y a veces cuestiono si lo creemos porque lo sentimos o si es lo que nos conviene creer que sentimos.
Hay dos caminos que podemos tomar: el bueno y el malo, quiero decir, "salvarnos" o no. Lo de que todo está escrito viene a decir que Dios sabe lo que va a pasar en ambos caminos, pero solo está en tus manos escoger el adecuado. Y es lo que conocemos como la "Misericordia de Dios". Un claro ejemplo es el del Satanás. Dios sabía cómo era su ángel preferido, sabía lo que había en su corazón, pero decidió darle otra oportunidad, por un motivo que muchas veces gana a la razón y es el amor. Cuando quieres tanto a alguien cuesta mucho admitir que esa persona ha hecho un mal. Dios tiene el poder de destruir a esas personas que han pecado, pero en el fondo todos lo hacemos de una manera o de otra y si las destruyese el mundo se quedaría vacío. Y él depositó su confianza en nosotros y nos otorgó la libertad prometiendo no meterse en ella; si le defraudamos en su confianza con maldad, él juzgará según el alma de cada cual.

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