Sufriendo por una herida abierta, conociendo el destino y aún esperando el milagro. Un cambio radical que nunca surgirá, la inocencia de esperar que el tiempo solucione lo irreparable. Aqui me encuentro en el mismo lugar donde me dejaste alguna vez, con mis pensamientos puestos en ti, y los tuyos quien sabe. Quieta y en silencio. Añorar, buscar, desear, llorar y por fin desesperar. ¿Quién podrá contarte que aquí me encuentro igual que siempre y peor que nunca?
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