Hace 33 años que Franco murió y, lejos de olvidarse ese mal recuerdo que son 40 años de represión y dictadura, en este país nos esforzamos en recordarlo. Y no sólo son hechos aislados de cada 20 de noviembre, no. Es un hecho que no les da vergüenza admitir, y digo a ellos, a esos que de verdad anhelan ese tiempo como algo mejor. Porque desde luego, a mí sí que me da vergüenza siquiera presenciar o escuchar algo que tenga que ver con eso.
Lo que más me sorprende es tener que encontar a gente desfilando con banderas española mientras cantan esa canción conocida por ellos. Pero volviendo a lo sorprendente de la cuestión, es advertir que la mayoría de los integrantes de este desfile son niñatos que no alcanzan ni la edad suficiente para saber lo que defienden. Ellos, que sienten melancolía por aquella época que en su opinión fue mejor, ni siquiera la vivieron. ¿Qué defendéis entonces?.
Siempre me dijeron que no es de personas inteligentes hablar de algo que no se sabe. Imagínense defender algo que no se conoce, que no se ha vivido.
La dictadura murió con Franco, el mismo día 20 de noviembre de aquel año 1975, y por mucho que se empeñen unos cuantos, está bien enterrado ese Valle de los Caídos donde tanto les gusta ir a cantar.
Siempre me dijeron que no es de personas inteligentes hablar de algo que no se sabe. Imagínense defender algo que no se conoce, que no se ha vivido.
La dictadura murió con Franco, el mismo día 20 de noviembre de aquel año 1975, y por mucho que se empeñen unos cuantos, está bien enterrado ese Valle de los Caídos donde tanto les gusta ir a cantar.
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